Planificación y Desarrollo de la Docencia
Introducción
A raíz de la crisis sanitaria desencadenada por el Covid, las universidades se han visto obligadas a replantear su metodología educativa, hasta entonces desarrollada bajo una modalidad esencialmente presencial.
En este sentido, las medidas y actuaciones que se han ido adoptando durante todo este tiempo han procurado conciliar, por un lado, los derechos académicos de los estudiantes y, por otro lado, los derechos del personal docente e investigador y del personal administrativo, prevaleciendo, en todo caso, el derecho a la salud de toda la comunidad universitaria pero, estas medidas han afectado enormemente a la planificación de la docencia y el desarrollo de la misma, las metodologías y estrategias docentes y las competencias y evaluación de los conocimientos se ha visto condicionada y limitada por las circunstancias.
Es por esto, que el análisis de la planificación de la docencia puede dividirse en tres fases diferentes. La primera fase se desarrolla en el ámbito institucional, en el que, tanto a nivel nacional y regional, como en el ámbito de la propia universidad y de sus centros docentes se han ido aprobando una serie de normas, protocolos y planes de actuación que establecen las pautas a seguir para llevar a cabo la planificación docente. La segunda fase se desarrolla en la guía docente o plan de la asignatura, en la que ha de concretarse cómo va a organizarse la docencia para cada materia en específico. Y finalmente, la última fase supone el desarrollo de la docencia, esto es, la puesta en práctica de la planificación en el día a día y la necesidad, en ocasiones, de alterar la misma para adaptarla a las circunstancias que pudieran surgir en cada momento.
La educación superior ante la nueva realidad.
La pandemia del Covid-19, llevó a
las instituciones de educación superior ante la imposibilidad de la
presencialidad, asumir el reto de implementar en los programas presenciales el
modelo educativo mediado por la tecnología. Ello no significó un tránsito
inmediato, ni mucho menos sencillo, a la modalidad virtual. La innovación en la
enseñanza a que se vieron avocadas, abarco los diversos aspectos: tecnología,
didáctica, pedagogía, procesos y comunidad académica en general, ya que no es
lo mismo migrar las clases a un entorno virtual en una institución que ya
contaba con programas de educación virtual, que hacerlo cuando la institución
no tiene una avanzada infraestructura en estos entornos pese a que algunos
cursos se soportarán en las nuevas tecnologías. A ello habría que sumarle el
hecho de que hay millones de hogares en el mundo sin acceso a una conexión a
Internet asequible, estable y de calidad suficiente como para hacer viable la
participación activa en una clase en línea.
Esta experiencia ha dejado como
enseñanza que la planificación docente en la presencialidad debe replantearse y
asumir los entornos virtuales como una estrategia en el ejercicio docente. El
profesorado universitario tiene un papel central al momento de facilitar el
proceso de enseñanza- aprendizaje en el estudiante, fomentando en ellos el
“aprender a aprender” para lo cual se requiere que en el marco de la enseñanza
universitaria, las guías cátedra se conviertan en un referente básico para el
estudiante cuando medie la tecnología en su proceso formativo, ya que esta
permite optimizar los procesos de planificación docente de forma que se
facilite la visibilidad y comparabilidad de los programas.
Modalidad semipresencial:
ambiente híbrido de aprendizaje.
En el marco de inseguridad
generada por la pandemia, el objetivo principal de la planificación y
desarrollo de la actividad docente ha sido el lograr una adaptación exitosa al
nuevo contexto. Adaptación que ha conllevado un considerable esfuerzo por parte
de toda la comunidad educativa destinado a integrar la modalidad virtual en un
proceso de aprendizaje basado, hasta entonces, en la presencialidad.
Tal reto requiere crear una
cierta continuidad entre ambos medios que rompiera las barreras entre el
espacio virtual y presencial. En efecto, más allá de agregar una nueva
dimensión, la dimensión virtual, forzada por las circunstancias, se trataba de
conseguir la integración de la modalidad virtual en el proceso de aprendizaje.
Para ello parecía relevante alcanzar un grado de comunicación suficiente entre
ambos medios, virtual y presencial que permitiera desplazar el propio
protagonismo del “medio”, en favor del “contenido” objeto de aprendizaje y la
“experiencia de aprendizaje” por parte del alumno. A tal fin resultó relevante
la conexión de ambos medios (virtual y presencial) en la planificación y
desarrollo de los contenidos docentes, de las actividades de aprendizaje y en
la coordinación de los momentos del aprendizaje.
Las difíciles circunstancias en
las que discurrió la docencia por motivo de la pandemia contribuyeron a
destacar vivamente las virtudes que ofrecían las herramientas de las
plataformas virtuales en la mejora de la comunicación de alumnos y profesorado
y de ambos colectivos entre sí, también en la potenciación de la participación
del alumno en actividades formativas y, en general, sus favorables
repercusiones en el desarrollo integrado de las dimensiones virtual y
presencial del proceso de aprendizaje.
Al respecto, han resultado
especialmente atractivas algunas herramientas virtuales como el foro de
discusión o la videoconferencia, y también el correo electrónico o los chats.
El foro ofrece una gran utilidad en los aspectos académicos como medio para
articular la participación del alumno en los debates planeados sobre la
materia, como también a nivel organizativo del curso, ya que permite canalizar
las dudas y ordenarlas en beneficio de toda la comunidad docente, y además
logra evitar que las cuentas de correo se colapsen con una multitud de correos
individuales sobre cuestiones parecidas. También ha resultado de utilidad,
aunque menor, el correo electrónico, por su carácter individual, y los chats,
por las exigencias coincidencia en el tiempo que impone la comunicación
síncrona.
En conjunto, la potenciación del
uso de las herramientas virtuales de comunicación, organizativas y de
participación académica del alumno han favorecido la planificación y desarrollo
de los contenidos docentes en ambos medios (virtual/presencial), de las
actividades de aprendizaje, y han contribuido a la mejor coordinación de
distintos momentos y fases del aprendizaje, actuando, en este sentido, como
mecanismos necesarios para la integración de ambas dimensiones, virtual y
presencial, en un proceso único de aprendizaje.
Esto nos lleva a los Ambientes
Híbridos de Aprendizaje que corresponden a la integración armónica de medios,
recursos, enfoques, metodologías, actividades y estrategias para favorecer el
aprendizaje ubicuo, en espacios sincrónicos y asincrónicos que permitan las
interacciones físicas y digitales.
Para garantizar el
aprovechamiento de este ambiente, se deben realizar capacitaciones y
acompañamiento a los docentes en el diseño pedagógico de las clases
comprendidas en tres fases: La primera fase denominada inicio en donde se
identifican aprendizajes y experiencias previas relacionadas con las
competencias que se quieren lograr. Se complementa con estrategias como la de
la aplicación de test de estilos de aprendizaje en los estudiantes, que
permiten diseñar métodos de enseñanza que aborden las necesidades de
aprendizaje de todos los estudiantes.
En la fase de desarrollo se
plantean la interacción entre el profesor y los alumnos encaminadas a
desarrollar y poner en práctica las habilidades cognitivas. En este punto es
importante diseñar contenidos y actividades que ayuden a que el estudiante adquiera
competencias transversales básicas, como la autonomía, la visión crítica, la
autoexigencia, la autodisciplina, entre otras.
En la tercera fase tenemos el
cierre, que es el momento para asegurar y/o afianzar el aprendizaje, y que no
necesariamente se desarrolla al final, sino que puede ser un proceso permanente
y frecuente que dé la oportunidad de reconocer recursos, potencialidades y
dificultades del proceso de aprendizaje tanto para el estudiante como para el
docente.
Entre los retos que se vislumbran
a partir de esta nueva realidad tenemos: ¿Cómo tecnificar a las personas y
humanizar la tecnología? Preparar a los jóvenes, desde la academia, para que
puedan afrontar los retos del futuro próximo desarrollando las competencias
necesarias para que puedan hacerlo en las mejores condiciones. Potencializar el
aprendizaje individual y colectivo. Seguir avanzando en la transformación
digital de la educación, en el entendido que no se trata simplemente de
implementar unas clases de manera remota, sino que hay que prestar especial
atención en la planeación curricular, el método, la pedagogía y el contenido.
Los docentes debemos conocer de tecnología y educar en los riesgos que conlleva
su mal uso.
Fuente: https://ibero.mx/prensa/de-que-hablamos-cuando-hablamos-de-educacion-distancia-hibrida
Documentos referenciados:
AméricaEconomía.com (2020)
Educación híbrida, la alternativa para seguir estudiando post-pandemia. Recuperado de: https://mba.americaeconomia.com/articulos/notas/educacion-hibrida-la-alternativa-para-seguir-estudiando-post-pandemia
Blas García, J. (2020). ¿Enseñanza en línea o enseñanza presencial? Puntos de debate y encuentro. Transformar la escuela, reflexiones y acciones para replantear la Educación. Recuperado de: http://www.jblasgarcia.com/2020/09/ensenanza-en-linea-o-ensenanza.html
CEPAL-ONU (2020). Informe especial COVID-19: Universalizar el acceso a las tecnologías digitales para enfrentar los efectos del COVID-19. Naciones Unidas. Recuperado de: www.cepal.org
Revista digital IBERO (2020). La mirada académica ¿De qué hablamos cuando hablamos de Educación a distancia híbrida? Recuperado de: https://ibero.mx/prensa/de-que-hablamos-cuando-hablamos-de-educacion-distancia-hibrida
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